Movimientos exigentes, rodeando tu cuerpo, un eclipse tornando tus pupilas, llenándome de placer. La fiereza del sentimiento, una mente perdida en la lujuria.
Susurro de lucifer embriagando tus oídos, lo quieres y lo quiero, el aire cortante entre mis piernas.
Lejos del deseo, solo en el trance de la estancia segura, horas y minutos, los segundos no existen, se han perdido en la plenitud.
Llegando al calor de tus manos, quemando hasta el poro mas recóndito de mi piel, la humedad de mi boca mimando tus muñecas. quitando el desaseo de tu juicio a mi persona.
Relegaras que es verídico, pero lo anhelas.